domingo, 30 de septiembre de 2012

¿Vale realmente la pena perder la memoria?


Cuantas veces hemos deseado borrar un día  un instante, un momento, hasta un año de nuestras vidas a borrarlo todo y vaciar nuestra memoria.
Cuantas veces no deseamos volver a ser niños, vivir todo de nuevo,recuperar lo que se fue o dejar que el tiempo ponga las cosas en su lugar. Algunos simplemente no esperan nada del tiempo. Da lo mismo regresar o avanzar, simplemente renuncian a que el tiempo
continúe su paso y se marchan con lágrimas y un largo adiós  Si deseáramos en algún momento perder completamente la memoria y plegarnos por ejemplo a la frase "comenzar de nuevo" ¿cuántas cosas no perderíamos? serían
como aquellas cosas que se extravían accidentalmente en una mudanza y luego se extrañan. Perderíamos el calor del primer beso y la sensación de aquel amanecer que fue perfecto. La nostalgia por amores pasados y la inocencia con la que nos entregamos a lo desconocido esa primera vez.
Quedarían atrás los amigos que iban a ser eternos, las cartas que nos hicieron llorar, la primera o última vez que vimos a un gran amor, los brazos mas cálidos, el día que pensamos que se iba a caer el mundo, el dolor más hermoso, la sonrisa mas esperanzadora, el nacimiento del sentimiento más puro.
¿En realidad comenzamos una vida nueva o matamos otra llena de bellos recuerdos? dejamos una vida y un presente que nos da infinitas oportunidades
por soñar con un futuro perfecto que no existe o un pedazo de cielo donde no sabemos que nos espera.
¿Vale realmente la pena perder la memoria?
Cualquiera que sea el camino que decidas seguir, siempre habrá quienes crean que estás equivocado y buscarán disuadirte. Seguramente surgirán dificultades que puedan hacerte pensar que tus críticos están en lo cierto. Se requiere valor para tomar una decisión y actuar sin prestar atención a lo que puedan pensar los demás.
El sistema, aunque sí que nos influye, no es lo que nos transforma; somos nosotros, mediante el cambio y la evolución de nuestra conciencia, quienes podemos transformarlo. El cambio de mentalidad de la mayoría es lo único capaz de producir una transformación radical de lo externo. En este sentido, el conocimiento de uno mismo es el principio de la sabiduría y, por lo tanto, el comienzo de la trans
formación. Asumir este compromiso, viendo de qué manera podemos hacernos frente para estar mejor con nosotros mismos, es la base de nuestra responsabilidad individual. Lo que necesitamos es vivir un cambio de paradigma colectivo, que nos lleve a centrar nuestra mirada en nuestro interior, recuperando el contacto con lo esencial, con lo que nos une, con lo que lleva de paz y amor nuestros corazones, con lo que da sentido a nuestras vidas...
El sistema no promueve la felicidad de los individuos porque lo externo es una proyección del estado interno de la mayoría, que hoy por hoy se siente profundamente insatisfecha .Al no saber cómo funciona nuestra mente y de qué manera podemos dirigir conscientemente los pensamientos, utilizamos la evasión y la narcotización para no hacernos frente. Pero escapar y huir de nosotros mismos es el problema, no la solución...
Es tan necesario que abandonemos el inmaduro y reactivo victimismo y empecemos a comprometernos proactivamente con nuestro desarrollo personal, alcanzando la excelencia en lo que sí depende de nosotros: la actitud que tomamos frente a las circunstancias. En vez de quejarnos de las cosas que nos pasan o del comportamiento de los demás, podemos mirarnos a nosotros mismos y ver qué aprendizaje se nos
está escapando. Al fin y al cabo, vivir conscientemente consiste en aprovechar las diferentes experiencias de la vida para aprender a ser feliz por uno mismo, aceptando a los demás tal como son y lo que nos sucede tal como viene. Las personas conscientes son las que han convertido este reto en su estilo de vida...
Cuando estás en paz irradias una vibración, cuya cualidad permite que se sientan a salvo todos los que se encuentran a tu alrededor.
Si estás tenso y ansioso, emites un mensaje subliminal acerca de que hay algo que está mal, algo para temer. Las personas de tu entorno responden inconscientemente a este mensaje. O se conectan con este miedo y lo incrementan, o se distancian y te dejan solo. La tensión te separa de lo Divino por dentro y los problemas frecuentemente aparecen como insolubles.
Cuando encuentras el nivel profundo de serenidad interior toda la tensión en tu cuerpo se derrite, todo el miedo se disuelve. Estás abierto a la Luz y se presentan soluciones a los desafíos. Las puertas se abren y la vida fluye...

jueves, 27 de septiembre de 2012

Solo quiero saber

No me interesa cuantos años tienes. Quiero saber si te arriesgarías a parecer un tonto por amor, por tus sueños o por la aventura de estar vivo.
No me interesan qué planetas hacen la cuadratura de tu luna. Quiero saber si has tocado el centro 
de tu propio dolor, si las traiciones de la vida te han abierto o si te has encogido y cerrado por el temor a sentir más dolor! Quiero saber si puedes sentarte con el dolor, mío o tuyo, sin moverte para esconderlo o para resolverlo. Quiero saber si puedes estar con el gozo, tuyo o mío; si puedes danzar, salvajemente y dejar que el Éxtasis te llene hasta las yemas de los dedos de las manos y de los pies, sin advertirnos que debemos tener cuidado y ser realistas, ni recordarnos las limitaciones de ser humanos.
No me interesa si es verdadera la historia que me cuentas. Quiero saber si puedes desilusionar a otra persona para ser auténtico contigo mismo; si puedes soportar la acusación de ser un traidor y no traicionar tu alma. Quiero saber si puedes ser fiel y por lo tanto confiable. 
Quiero saber si puedes sentir la belleza aún cuando no todos los días son bellos, y si puedes encontrar la fuente de tu vida en SU presencia. Quiero saber si puedes vivir con el fracaso, tuyo o mío, y a pesar de ello pararte a la orilla de un lago y gritar “SI!” al plateado de la luna llena.
No me interesa saber donde vives ni cuanto dinero tienes. Quiero saber si puedes ponerte de pie, después de una noche de dolor y desesperanza, agotado y golpeado hasta los huesos, y hacer lo que hay que hacer por los niños.
No me interesa quién eres, ni cómo llegaste aquí. Quiero saber si permanecerías conmigo en el centro del fuego sin echarte para atrás.
No me interesa donde has estudiado, ni que has estudiado, ni con quién lo has hecho. Quiero saber que es lo que te sostiene desde adentro cuando todo lo demás falla. Quiero saber si puedes estar solo contigo mismo y si te agrada verdaderamente la compañía que buscas en los momentos vacíos

domingo, 23 de septiembre de 2012

Ama...

Ama a las personas con sus defectos y virtudes, no te tomes el tiempo para enumerar sus cualidades y elaborar una intrincada trama para conocer a los demás. Piensa que la gente ama, ríe, llora, odia, lamenta, entristece, sangra, espera, habla, escucha, tanto como tú. Todas las potencialidades están dentro del ser humano, no afuera. Las personas suelen amar con la intención de ser amados, si esto no es posible, descartan el amor dirigido hacia alguien en particular y lo buscan en otra persona, esto conduce a la inestabilidad. Aprende primero a conocer el amor hacia todo lo que te rodea y luego aborda al amor del sentimiento, para que sea el amor del universo que te sostenga cuando falle el del sentimiento. El corazón de un amigo es un tesoro ajeno que está puesto a tu cuidado, no lo maltrates ni lo desgastes si no quieres perderlo. Si puedes hacer esto como lo mejor de tus días, nunca necesitarás probarle a nadie lo buen amigo/a que puedes ser. Lo sabrán siempre. El buen humor y el optimismo son cualidades que debes cultivar en la vida, pues de ellas nacieron las esperanzas que finalmente llevaron a los seres humanos a superar sus errores. El buen humor y el optimismo siempre danza en el aire en forma expansiva y contagia a los demás, en cambio lo opuesto es signo de demasiada preocupación por uno mismo, y aquello que solo apunta al "uno mismo"s egoísmo. No seas tan serio/a en la vida que termines cerrando un círculo a tu alrededor asfixiandote de seriedad, porque el día que busques una sonrisa,no la encontrarás...

Honestamente, parece que es un viaje de ego. ¿Qué poderes pretendemos poseer, con la excusa de ser mejores personas? Todo viene desde el amor incondicional. Cuando amamos de verdad somos invencibles. Si esos poderes te vienen naturalmente desde un estado meditativo, maravilloso. El amor incondicional es el poder supremo. El poder natural. El único verdadero que cuenta. Hasta cada instante...

sábado, 15 de septiembre de 2012

Mujer Africana




"Mi primer recuerdo de felicidad, cuando era una mocosa huesuda y desgreñada, 
es moverme al son de los tambores y ésa es también mi más reciente felicidad, porque anoche estuve en la plaza del Congo bailando y bailando, sin pensamientos en la cabeza, y hoy mi cuerpo está caliente y cansado".

"La música es un viento que se lleva los años, los recuerdos y el temor, 
ese animal agazapado que tengo adentro. Con los tambores desaparece la Zarité de
 todos los días y vuelvo a ser la niña que danzaba cuando apenas sabía caminar. 
Golpeo el suelo con las plantas de los pies y la vida me sube por las piernas, me recorre el esqueleto, se apodera de mí, me quita la desazón y me endulza la memoria. 
El mundo se estremece. El ritmo nace en la isla bajo el mar, sacude la tierra,
 me atraviesa como un relámpago y se va al cielo llevándose mis pesares para que Papa Bondye los mastique, se los trague y me deje limpia y contenta. Los tambores vencen al miedo. Los tambores son la herencia de mi madre, la fuerza de Guinea que está en mi sangre. 
Nadie puede conmigo entonces, me vuelvo arrolladora como Erzuli, loa del amor, 
y más veloz que el látigo. Castañetean las conchas en mis tobillos y
 muñecas, preguntan las calabazas, contestan los tambores Djembes con su voz de
 bosque y los timbales con su voz de metal, invitan los Djun Djuns 
que saben hablar y ronca el gran Maman cuando lo golpean para llamar a los loas. Los tambores son sagrados, a través de ellos hablan los loas". 



«Baila, baila, Zarité, porque esclavo que baila es libre… mientras baila», 
me decía. Yo he bailado siempre.

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Comprendí que el silencio dice mas que mil palabras, que estar con alguien no significa que siempre estará junto a ti, que no se debe tomar de la mano de alguien que ya solto la tuya, que el amor te lo deben demostrar y no solo darte las sobras de el, que alguien que queremos se le debe desear toda la felicidad del mundo aunque este contigo o este sin ti...
Se dice que cada persona sufre a su manera, que unos lo hacen más que otros, que la vida a veces nos pega duro, que a veces nos ahogamos en vasos de agua… sin embargo, nadie sabe con exactitud, el dolor del otro. Nos comprendemos, claro que lo hacemos pero nunca lo suficiente. Es por ello que nunca midamos el dolor del otro, respetémoslo, escuchémoslo y abracémoslo fuertemente, en la manera de que no nos dejemos solos.
Todos pasamos por decepciones todos pasamos por buenos momentos a veces pensamos que somos lo únicos que pasamos por esto que a nadie más le ha pasado pero quién sabe. Capaz hay personas que la están pasando peores que nosotros, otra cosa es que la vida tiene bajas y sus altas y de cada caída aprendemos a ser más fuerte aprendemos de nuestros errores para no volver a tropezar con la misma piedra. Están esos amigos que cuando pensamos en rendirnos, pensamos que ya no podemos avanzar más, llegan ellos extendiendo su mano y nos ayudan a seguir, personas que te hacen sentir importante y especial, aún sabiendo que no lo eres... Esas personas te ven con otros ojos. Esos amigos incondicionales que están allí, no sólo en los peores momentos, sino también compartiendo alegrías. Ser frío, no tener sentimientos, ser superficial, no demostrar ni una pisca de ternura, no decirle te quiero ni amo a nadie, no saber lo que es sentir cariño, ser duro de pensamientos y palabras, demostrar que lo eres y que no te importa nada. No se llama ser malo, se llama evitar tener desilusiones porque cuando fuiste un amor de persona... te hicieron mierda los sentimientos. Sólo eso.
Nuevamente huyo al único sitio y momento en el cual encuentro tranquilidad, a la única vía fiel y recurrente de desahogo, la escritura. Sin tener algo claro en lo cual pensar y a la vez mucho, puedo decir que al final todo termina siendo una mezcla entre momentos y emociones agridulces, el balance entre lo bueno y lo malo, entre la felicidad y la tristeza. Ese punto medio de emociones es el que termina causándonos preguntas y respuestas un tanto irracionales e ilógicas algunas veces, que nos llevan a sacar conclusiones innecesarias a hechos que no las necesitan debido a que buscamos muchas razones cuando escasean los motivos. Siempre callando lo que siento y luchando para controlar mis emociones, digo absolutamente todo lo contrario a lo que desean escuchar. Haciendo una pequeña lista de pensamientos y emociones que realmente no tienen orden digo que:
-Suelo sentir más de lo que debería y luego imponerme límites
-Suelo darle más importancia de la que debería a las personas incorrectas
-Dejo mis sentimientos plasmados en letras sólo como un simple recordatorio de que también se puede llorar en silencio en lo más adentro
-En vez de decir “Adiós” me gustaría poder decir “Te quise”
-Recordaré todos los “Te Amo” jamás dichos por miedo al rechazo
-Me resistiré a querer lo que no puedo tener
-Las sonrisas muchas veces no demuestran “felicidad”, también demuestran que puedes esconder muy bien lo que sientes
-Quiero muy rápido, y eso sólo me causa crisis existenciales innecesarias.
En éste momento suspiro, y bueno, ¿por qué? A veces los suspiros no simbolizan más que pequeñas formas de expresar todos los sentimientos que puedes tener en un momento dentro de ti, esos sentimientos que pueden llegar a hacerte sonreír, que pueden invadir tus pensamientos, que pueden hacerte llorar en silencio o que simplemente viven dentro de ti como prueba inquisitoria de tu realidad. Siempre me ha parecido un tanto divertido el hecho de que las personas sólo se dejan llevar por lo que ven a simple vista de mí, es decir; una persona impulsiva, sonriente, un desastre andante que muy pocos se interesan en conocer por el hecho de creer sólo lo que a simple vista ven. En cada verso siempre escondo una pequeña historia que muchas veces pasa totalmente desapercibida por razones que no quiero entender pero serían difíciles de explicar, y sólo algunos lograrían comprender.
Es loco pensar que en este preciso momento alguien está muriendo, alguien está engañando a su esposa, alguien está escribiendo una carta de suicidio, alguien acaba de perder a su hija, alguien fue diagnosticado con cáncer, alguien acaba de tener un accidente automovilístico, alguien está embarazada, alguien inhaló cocaína por primera vez, alguien fue secuestrado, alguien le quitó la vida a una persona, alguien no ha hablado con su padre en años, alguien violó a un familiar, alguien está firmando papeles de divorcio, alguien se suicidó, ahí, en ese preciso momento, mientras tu leías esto, todo eso pasó en alguna parte del mundo.