A ti te escribo mi padre: que debo hacer, que es lo correcto en todo esto. Siento que se seca mi alma cuando no te tengo, cuando no te siento cerca, es como si obtener lo bueno me alejara de ti, te amo tanto que el triunfo en esta babilonia no vale la pena sin ti. Trato de entender lo que quieres de mi y solo hago lo mejor, doy lo mejor en cada batalla, aun sin sentir nada vivo por ti, lucho por ti, como por ti. De todas mis decisiones tu eres la mejor, la mas importante y si pudiera decirte lo que siento con esta carta no importaría por que mi alma es transparente ante ti.
Mírame señor, mírame desde donde vengo hasta aquí.
Un camino marcado por ti sin mas palabras, solo actos que van demostrando lo mucho que te amo, lo agradecida que voy por cada día sabiendo que es un privilegio conocerte y verte en todo lo que hago, sentirte en mi alma o en el alma de otro ser humano simple y complejo como yo. Me has salvado de tantas cosas, me ayudaste a rescatar y limpiar mi propia voz y mi mente de logistica se ha vuelto centrada en una realidad tuya, del alma y espiritual.
Como le explico al mundo lo que siento si ni yo misma lo puedo a veces entender. Como digo que te amo si a veces me siento tan seca por dentro, sin perderme por que tu voz incomparable siempre hace mi corazón latir y siempre limpia mi conciencia de cualquier voz absurda que me quiera alejar de ti. Mi alma renace una y otra vez en tu palabra. Dime que hago y que es lo que se supone que haga después de haber caminado tanto y llegar a ti de esta manera.
Quisiera hacer y ser mas de lo que soy y aunque no pueda de alguna manera completamente convencida de que en tu gracia no existen casualidades se que el estar aquí parada alrededor de las tormentas vecinas y de una sequedad lejana en mi alma no es casualidad. Solo es tu apreciada y como siempre misteriosa voluntad. Te amo mi padre y si no ha de ser por ti no existiera y no en el hecho de no estar en esta tierra si no en el hecho de estar cuerda y glorificar tu santo y bendito nombre en esta hora. Tu muy bien conoces mis días de perdición, días que ni todas las palabras del mundo podrían describir, lo sola, vacía, confundida y enferma que me sentía, lo adicta y
envenenada de maldad y ceguez que andaba.
Aunque mi alma te busque y aunque el tiempo sea tan corto y no me deje buscar de ti y luchar como debo, mi alma te pertenece y te alaba y aunque sea en mis pensamientos sin poder arrodillarme yo te buscare y te exaltare mi king por que tu eres el único y el verdadero.
Todas mis confusiones y mis miedos están ante tus pies, obra mi padre, obra en mi Selassie mi Dios, obra en mi que con ansias mi alma presa espera por ti, que tu me guíes, que tu me ames, que tu me lleves ante ti y me guíes por el camino que tu quieres para mi, no el que yo elija o el que el hombre y sus voces elijan, no el que el santo o el ángel elijan, si no el que tu quieres y has elegido para mi desde antes de mi nacimiento.
Guíame mi padre, guíame por que en la hora de la angustia yo te he invocado, en la hora de la desesperación yo te he invocado, en la hora de la gratitud y la bienaventuranza yo te he invocado para decirte gracias y demostrarte con cada acto que mi amor por ti es verdadero, que tu estas por encima de todas las cosas, aunque el mundo se venga encima de mi yo te amare y te elegiré a ti por que tu eres mi prioridad en esta vida, por que de ti son mis ojos testigos y no hay nada mas te amo.
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