jueves, 11 de junio de 2009

Son 218 millones los niños explotados

Organizaciones mundiales que trabajan para asistir a niños en vulnerabilidad afirman que tanto el trabajo infantil, como la explotación sexual de niños están cada vez más extendidas en los países en desarrollo. Alrededor de 218 millones de menores están expuestos a las peores formas de trabajo, de los cuales 5,7 millones son de Latinoamérica. Uno de las actividades que más corrompe a los chicos es el turismo sexual. Muchos pagan con sus vidas, otros tienen terribles enfermedades y todos acarrean traumas muy difíciles de curar. A pesar de las leyes creadas tanto en los países donde hay oferta como en los que se crea la demanda, las medidas han sido poco efectivas para contener el problema.

Alrededor de 218 millones de niños trabajan en todo el mundo, de los cuales unos 126 millones, es decir, uno de cada doce, están expuestos a las peores formas de trabajo infantil, ya sea servidumbre, trabajos forzosos o explotación sexual.

El trabajo infantil afecta a unos 5,7 millones de niños en Latinoamérica, en sectores tan dispares como la agricultura (1,32 millones de menores de entre 5 a 14 años), el servicio doméstico (175.000), la pesca, el sector manufacturero, la explotación sexual o como niños soldado (30.000).

Así lo afirmó el director de la Oficina de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en España, Juan Hunt, en una conferencia de prensa en Madrid con motivo de la celebración del Día Mundial contra el Trabajo Infantil, que se conmemorará el viernes.

La mayoría de los niños que trabajan en América Latina lo hace para sus familias y no percibe ningún sueldo, y las niñas son las más afectadas, ya que, en general, las oportunidades que se les ofrecen en el mercado laboral remunerado son peores que las de los varones.

Hunt indicó que se trata de "un problema gravísimo en todo el mundo" y aseguró que los países más propensos al trabajo infantil "hipotecan su presente y su futuro" y vaticinó que la actual crisis económica global aumentará estas cifras de trabajo infantil. "Estamos claramente en una crisis de empleo. Sin duda alguna, la crisis afecta al trabajo infantil y va a suponer que los números van a incrementarse porque afecta a todo el entorno de la sociedad", añadió.

La OIT celebra el Día Internacional contra el Trabajo Infantil coincidiendo con el 90º aniversario de su nacimiento y el décimo de la puesta en marcha del Convenio 182, referente a las Peores Formas de Trabajo Infantil, ratificado por 169 de los 181 países miembro de esta agencia de la ONU.

El calvario del turismo sexual
El turismo sexual con menores es un fenómeno que aflige generalmente al mundo en desarrollo y que se ha ido extendiendo cada vez más por América Latina.

El fenómeno no es fácil de explicar y se trata de un problema con muchas variables.

A pesar de las leyes creadas contra la explotación sexual infantil tanto en los países donde hay oferta como en los que se crea la demanda, las medidas han sido poco efectivas para contener el problema.

Según el Departamento de Justicia de Estados Unidos, el turismo sexual con menores crece a un ritmo alarmante y causa devastadoras consecuencias a millones de niños alrededor del mundo.

Decenas de miles de niños en América Latina sufren a diario este tipo de explotación y pagan, si no con sus vidas, con dolorosas enfermedades. Los que logran salir, quedan con cicatrices y traumas que son muy difíciles de curar.

En BBC Mundo quisimos indagar sobre este drama en algunos lugares de la región. Estuvimos en Colombia, donde la violencia, el narcotráfico y el desplazamiento incentivan la explotación sexual de menores.

Pero también investigamos la situación en México, donde existe preocupación por un problema creciente y la ineficacia de las medidas adoptadas para combatir el problema.

Exploramos, asimismo, la situación en Centroamérica, donde el problema crece en forma alarmante y donde muchos "turistas sexuales" en el mundo desarrollado recomiendan abiertamente visitar esta región.

Incluso centros turísticos por excelencia, con una amplia herencia colonial, comienzan a sentir este tipo de drama en sus puertas, como pudimos ver en el caso de Granada, en Nicaragua.

Efectos
Esta perversa modalidad de turismo promueve la prostitución y pornografía infantil, el tráfico de personas, la esclavitud, el abuso físico y mental, la miseria y la propagación de enfermedades infecciosas entre la población menor.

Datos del Fondo de Naciones Unidas para la Niñez (UNICEF) y de la Organización Mundial del Trabajo indican que cerca de dos millones de menores en todo el mundo están involucrados en prostitución infantil.

Muchos países castigan la explotación sexual de menores, aunque el delito se haya cometido por fuera de sus fronteras.

Aún así, ese mercado mueve miles de millones de dólares anualmente y, por lo mismo, un delito muy difícil de combatir.

El turismo sexual con menores es un mercado que se vuelve cada vez más rentable a medida que la industria de viajes internacionales se expande y los viajeros de países ricos buscan destinos más apartados y exóticos en naciones en desarrollo para su esparcimiento. El fenómeno es tan grande que en algunos casos representa entre el 2 y 14% del Producto Interno Bruto de países como Indonesia, Tailandia, Malasia o Filipinas, de acuerdo a un estudio de la Organización Internacional del Trabajo citado en el Departamento de Justicia de Estados Unidos.

¿Quién es un turista sexual infantil?
Un turista sexual infantil es un individuo que viaja al extranjero con el propósito de sostener relaciones sexuales con menores. Generalmente son hombres, entre los 40 y 60 años, de todas las clases sociales. La mayoría que busca esta clase de servicio proviene de Europa Occidental y Estados Unidos. No son necesariamente pederastas, sino lo que el Departamento de Justicia de Estados Unidos denomina como "abusadores transitorios o situacionales", que se involucran en las relaciones sexuales con niños si la oportunidad se presenta.

¿Por qué explotan sexualmente a menores en el extranjero?
Algunos abusadores están atraídos por el anonimato que les otorga un país foráneo. Se sienten exonerados porque esa relación ilícita sucede por fuera de sus fronteras. Muchos justifican su comportamiento sosteniendo que los niños de esos países no son tan inhibidos sexualmente o que allí no existe tanto tabú contra las relaciones físicas con menores. También creen que les están haciendo un favor al darles dinero por sus servicios y paliar su pobreza.

¿Quiénes son las víctimas?
Los explotadores sexuales infantiles se mantienen informados por internet.

Millones de niños y niñas de los sectores más vulnerables de la sociedad y principalmente del mundo en desarrollo. Los estudios indican que son sometidos a prostituirse con hasta treinta clientes por semana. Sus edades fluctúan, pero recientemente se ha incrementado el número de niños menores de 10 años involucrados en este asunto.

¿En qué condiciones viven?
Los menores viven en condiciones paupérrimas, mal alimentados y en constante temor de sufrir violencia. Pueden ser agredidos por los clientes, castigados por sus proxenetas o arrestados por las autoridades. Muchas de las víctimas están afectadas por varias enfermedades infecciosas para las cuales no reciben tratamiento. Algunos buscan la salida de esta situación mediante el consumo de drogas y el suicidio.

¿Cómo se establece este comercio?
Los explotadores sexuales forman parte de complejas redes internacionales que utilizan internet para difundir información sobre los sitios ideales para este tipo de actividad y cómo planear el viaje. Se han dado casos de organizaciones de explotación de menores que se escudan detrás de fachadas aparentemente legítimas, como agencias turísticas, para realizar sus actividades. Ya en el país donde existe la oferta, una estructura más informal de gente "común y corriente" sirve para coordinar el contacto.

¿Qué medidas se están tomando para combatirlo?
Muchos países donde ocurre la explotación sexual de menores han adoptado leyes que penalizan estos abusos, pero en pocos se aplican las penas contra los turistas. También existe un conflicto con los intereses de un gobierno de no ahuyentar el turismo internacional legítimo y la prosperidad económica que esto le representa. En Estados Unidos se promulgó una legislación que criminaliza todo viaje al exterior que se haga con el propósito de entrar en contacto sexual con menores. Varios países en Europa han empezado a incorporar leyes y penas contra turistas sexuales infantiles aun cuando el crimen se haya cometido por fuera de su jurisdicción.

Sin embargo, la epidemia del turismo sexual con menores sigue en aumento. Organizaciones como UNICEF y ECPAT (el grupo internacional para terminar con la prostitución, pornografía, tráfico y explotación sexual infantil) realizan campañas de divulgación, concientización y de inclusión de otros sectores de la sociedad para ponerle fin a este flagelo.

Fuente: http://www.lineacapital.com.ar/?noticia=43786

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