El lugar del Emperador Haile Selassie I de Etiopía en la historia ha sido severamente observada en la luz por la escolaridad Negra moderna, investigaciones imparciales y eventos dirigidos al milenio.
La caricatura del Occidente de un agente autocrático y déspota quien alimentaba a sus leones y vivió en lujo mientras su gente se moría de hambre, se ha ido alejando, desapareciendo, por una imagen mas informada acerca de la vida y tiempo del Arquitecto de la Etiopía Moderna y Campeón de la moralidad internacional.
El antiguo reino de Etiopía, reconocido desde el amanecer de la civilización, ha sido siempre una extraña fascinación para la mente Europea. Inaccesible a invasores hasta los tiempos modernos por poder natural, el reino de la montaña fue una vez identificado con toda África. Su jurisdicción se extiende desde el este hacia el Indos Valley y debajo. Su influencia en los días de la Emperatriz Candace penetró las tierras conocidas hoy por el Medio Este(Medio Oriente) cuando caravanas llenas con mercancías de oro, incienso y especias cruzaron las rutas comerciales que unían Arabia con el corazón de África.
Sucesivas expediciones por los portugueses en los siglos 14 y 15 fracasaron en el intento de penetrar en la tierra que casi se convierte en un mito por la virtud de su austeridad y apartamiento del contacto con Europa. Etiopia(anteriormente Abyssinia) fue pintada como un reino fábula de Prestor John, un monarca Cristiano que gobernó en la tierra donde el sol nunca se pone y la gente vive en una soñada tranquilidad.
No fue hasta la mitad del siglo 19 que los Emperadores de Etiopia, desde sus ambulantes Cortes Tiendas, empezaron a hacer contacto con el mundo exterior -primero Theodorus en el 1860, luego Yohannes quien fue precedido por el Emperador Menelik en el cambio del siglo.
Mientras el Emperador Menelik consolido los diversos, difíciles y divergentes reinos de Etiopia en un cohesivo Imperio, su gran embajador y primo Ras Makonnen ayudo a pavimentar el camino para el regreso de Etiopia dentro de la corriente principal de la moderna civilización.
Después de la muerte de Ras Makonnen vino su hijo, Lij Tafari Makonnen, de la línea de Salomón y Sheba, heredero evidente del trono de Etiopia, deseando ser aceptado como Emperador en noviembre de 1930.
Malas interpretaciones y concepciones acerca del papel y carácter de Su Majestad Imperial Emperador Haile Selassie I -propagado por historiadores de occidente, observadores y analistas políticos- tienen su base en una escondida ideología racista soportada por un dogma religioso. Un recuento acerca de esto aparece a continuación.
La cisma entre las iglesias del Oriente y el Occidente en el siglo 5 (Council de Chalcedon 451 DC) dejó a la Iglesia Ortodoxa del Oriente con el tema de prueba acerca de la innata divinidad del hombre. Siendo así la Iglesia Romana (Occidental) patrocinó un creciente materialismo y desafección por los valores espirituales afirmando que la naturaleza humana de Cristo fue diferente de la divina; mientras que la Iglesia Ortodoxa (incluyendo a Etiopia) abrazó la doctrina monofisita de Dios-en-el-hombre (es significante que en la única convocación de las 5 Iglesias Orientales en Etiopia en 1965, Su Majestad Imperial Emperador Haile Selassie I se le otorgo el supremo titulo de "Defensor de la Fe".)
La controversia con Roma (Italia) salió de una disputa no resuelta que viene de siglos atrás entre la hermandad de las Iglesias Cristianas acerca de la fundamental naturaleza de la existencia. El Kebra Nagast, sagrado Libro de Reyes de Etiopía antigüedad religiosa, secular e historia del mundo, tiene en su narrativa la historia acerca del encuentro de Salomón y Sheba. Este libro predijo el conflicto entre el Oriente y Occidente, entre Etiopia y Roma, en sus exotéricas alusiones. Esto presagia la guerra Italo-Etíope.
" Y ellos lanzaron oscuridad sobre todo el mundo con terremotos y una gran oscuridad, y ellos imaginaron que el Sol nunca amanecerá sobre ellos. Y ellos destruyeron Su luz y se lanzaron sobre Él y ellos pusieron una coraza sobre la tumba donde lo habían arrojado. Y Él salió afuera cuando ellos no lo estaban mirando, e ilumino el mundo entero, iluminando mas el Primer Mar y el Ultimo Mar, Etiopia y Roma. Y El no puso atención ninguna a Israel, y Él subió Su antiguo trono" (del Kebra Nagast.)
Estos antecedentes son cruciales para una imparcial fijación de la persona del Emperador Haile Selassie I y un reto moral puesto por Etiopia a los Poderes del Occidente durante el surgimiento del Fascismo.
La complicidad de Inglaterra y Francia en las intenciones de Italia en Etiopía en 1930 es algo para recordar. Ambos tenían coloniales intereses en el Cuerno de África (como también en el resto del continente.) Entre las naciones europeas, Italia se integró en la carrera para ocupar territorios Africanos después que los demás. Etiopía fue sacrificada como victima del juego de apaciguamiento jugado por los Poderes Occidentales como nubes de tormentas unidos sobre Europa. El fracaso de la Liga de las Naciones en el acto de ser efectivos sobre la disputa entre Etiopía e Italia refleja totalmente la mala disposición de los Grandes Poderes de defender la soberana integridad de Etiopía de la agresión de Italia. La cuestión de Etiopía fue un gran golpe para la Liga de las Naciones y señaló el comienzo de la segunda guerra mundial.
El mismo Emperador se presentó en la Liga en 1936 después de la invasión de Italia -no simplemente por la defensa de Etiopía, sino por la causa de la moralidad internacional y la paz del mundo. En uno de los emocionantes discursos del siglo 20, el Emperador se refirió categóricamente a la asamblea de los lideres del mundo:
"No es solamente Etiopía que ha sido expuesta al decente modo de vida de la gente del mundo quienes han sido similarmente afectadas y ofendidas. Las firmas añadidas al tratado, alcanzarán su valor sólo si han sido en uso de los signatarios en seguimiento de sus personales, directos e inmediatos intereses (p.262, Autobiografía del Emperador Haile Selassie I.)
Cuando Italia finalmente se ajunto con los nazis en 1940, Gran Bretaña fue forzada a reconocer Etiopia como un aliado y a ayudar a escalar una ofensiva para sacar a los invasores del suelo Etíope. El Emperador sagazmente ordeno su tiempo en el exilio en Bath(Inglaterra), preparando un impecable movimiento de resistencia. El mismo profetizó que el fósforo que fue prendido en Etiopía incendiará toda Europa. Muy pronto a esto vino el masivo desastre de la Segunda Guerra Mundial.
En mayo 5 de 1941, el Emperador y Conquistador del Fascismo retorno victorioso a Addis Ababa como dirigente del mezclado ejercito Gideon con retorcidos guerreros y veteranos de muchas campañas -exactamente 5 años después de haber dejado para el exilio-.
La amarga lección de la Segunda Guerra Mundial no ha sido todavía digerida. Sus causas primarias han sido raramente objetos de una imparcial y moral escrutinio. Fue mucho más fácil para el Occidente ver a Hitler y Mussolini como estrategas arquitectos de horrorosos crímenes contra de la humanidad que aceptar una culpa mutua por mal direccionar las cuestiones de la guerra, por la violación a África y a los países "subdesarrollados", por el esparcimiento del materialismo, por el culto a la agresión y por el mando de la división.
Fue mucho más fácil la combinación para denigrar al Conquistador del Fascismo, Padre de la unidad de África y el Pacificador de las Naciones considerándolo como un anticuado, un tirano despiadado y por la prensa de Occidente de preparar una espaciosa manipulación de eventos e imágenes para provocar una malaconsejada insurrección en contra del dirigente de Estado de Etiopía.
En 1973 unas emotivas imágenes televisadas del hambre en el Norte de Etiopía presentaron las preocupaciones patrocinadoras del Occidente y crearon el subtexto para el asesinato de la prensa del carácter del Emperador Haile Selassie I.
El hambre en el Norte de Etiopía fue precipitada por muchos factores. El uso ilegal de Musolini del gas y perite como estrategia principal en su esfuerzo en la guerra es lo mas hablado. La fina lluvia de muerte, esparcida por los aviones de guerra italianos, cubriendo el Norte de Etiopía en una niebla, quemando, mutilando y matando hombres, pájaros, peces y bestias, envenenando el agua de consumo y desnudando la tierra de su natural vegetación. El efecto de todo esto fue el desastre ecológico; la interrupción de los antiguos patrones y sistemas de sobreviviencia correspondiendo profundamente con el desarrollo de la crisis en la región. La nobleza del Norte continuó la resistencia a la autoridad central de Addis Ababa después del 1941, negándose a aceptar la perdida del lujo que anteriormente podían vivir, intentando de preservar la vorágine social del feudalismo que se ha convertido anticuado e intolerable. Su intransigencia, que generalmente los enemigos de Etiopía han explotado, sirvió para favorecer el aumento del hambre.
Cualquier entendido con las realidades de Etiopía en el siglo 20 puede negar las terribles acusaciones de mal manejo y mala apropiación de los bienes de estado por el Emperador, considerándolas absurdas y no propias de consideración. La tarea colosal asumida por Ras Tafari como Regente (1916) de poner el antiguo Imperio dentro de la línea del mundo moderno fue interrumpida por los Fascistas en 1935. Ya en aquel tiempo el Emperador había mostrado un extraordinario coraje y calidad de estadista en su énfasis en resolver los fuertes problemas inherentes de gobernar un Imperio tan diverso y el de ajuntar los reinos regados que Menelik unió a la cara de la expansión colonial cincuenta años anteriormente. Su éxito innegable en este trabajo ha provocado la envidia de las naciones europeas. Después de su triunfante regresó en 1941 este trabajo continuó sin parar.
Los bienes personales del Emperador fueron utilizados en la construcción de hospitales, escuelas, calles y servicios de prensa para el bienestar del pueblo etíope. Elementos de corrupción sobresalen en cada sistema de gobierno; pero para magnificar este factor lo comparamos con los monumentales cambios brindados por el Emperador en Etiopía viendo el rostro de la verdad en contra de indigestibles prejuicios.
En 1992, el año del Centenario del Emperador, los tributos del mundo redujeron. Incluso en Etiopía, que sigue afectada después de 17 años del régimen de Mengistu, conmemoraciones oficiales no se celebraron.
Solo el movimiento internacional Rastafari quienes se unieron en fuerza durante Julio 1992 esta al tanto de los tiempos favorables. El impacto de aquella presencia en osada celebración chocó a Etiopía en el corazón y liberó emociones reprimidas que habían sido escondidas por décadas. Muchos Etíopes lloraron abiertamente y profundamente mientras recordaban los 50 Años de Oro bajo el mando de Su Majestad Imperial. Parece que el mito de Prestor John fue cierto así todo.
Nos acercamos a un punto de quiebre que tanto se ha tratado en las antiguas escrituras de todas las culturas, donde todos correrán sin saber a donde ir. El mundo busca en vano por respuestas a preguntas que han sido anteriormente respondidas. En las palabras de Su Majestad:
"Esto entonces es el último reto. ¿Dónde estamos nosotros para buscar por nuestra supervivencia , por las respuestas a preguntas que nunca han sido presentadas? Debemos mirar primero el Dios Todopoderoso, quien ha elevado al hombre sobre los animales y honorado con inteligencia y razón. Debemos poner nuestra fe en El de modo de que El no nos abandone o nos permita destruir la humanidad que El ha creado a Su imagen. Y debemos mirar dentro de nosotros, dentro de la profundidad de nuestras almas. Debemos convertirnos en algo que nunca hemos sido, algo por lo que nuestra educación y experiencia y el medio ambiente nos ha preparado. Debemos engrandecernos mas que nunca: Mas coraje, mayor en espíritu, larga visión. Debemos convertirnos en miembros de la Nueva Raza, abandonando los sistemas prejuicios, y debiendo nuestra ultima alianza no a las naciones sino a los hermanos de nuestra comunidad humana.
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