En el momento más crítico, el hincha estalló en un solo grito: "soooy de River, soooy de River", bajó de los cuatro costados. Ellos serán vitales, con su apoyo, para que el Millo pueda volver.
Sin dudas, es el momento más difícil, el más duro de toda la historia. Nos duele el alma. Lloramos, nos ilusionamos, volvemos a llorar… Pero enseguida llega el momento de la rebelión, de descargar el dolor. Explota el Monumental con un “Soooy de River”. Porque siempre fue, es y será así: lo más importante que tiene el club son sus hinchas. Ese que alienta en cada lugar, en todo momento, sin importar cómo se esté. River es grande por sus títulos. Y principalmente por su gente.
Ya llegará el momento de los análisis, de tratar de explicar los por qué. En la memoria cercana, se puede entender que es producto de la herencia recibida. De las pésimas campañas realizadas años atrás, los resultados de los últimos partido del Clausura y la falta de gol. Sin olvidar los reiterados errores arbitrales que hoy dejan a River en esta situación tan dura, tan difícil.
Hoy River no tuvo suerte. Pero ni un poquito. Arrancó ganando rápidamente, con el gol de Pavone. Era la esperanza, el pensar que se podía revertir la situación. Pero Pezzotta no dio un clarísimo penal sobre Caruso y, no conforme, perdonó a Lollo y no le sacó la segunda amarilla tras una durísima infracción sobre el Tanque. Era el posible 2-0 y luego Belgrano con 10. En el segundo tiempo otra vez, un penal no cobrado por el juez hasta que uno fue demasiado evidente como para mirar para otro lado, cuando la cosa estaba 1-1. Lamentablemente Pavone no pudo convertir. El árbitro no estuvo a la altura de las circunstancias, no hay dudas. Y ya no se piensa que esto ha sido una casualidad, como se creyó en el partido de ida, que el árbitro también perjudicó a River.
Llegó el final de esta maldita temporada 2010/2011 y ya hay que poner un ojo en lo que viene. Pero ya volverá la época de la abundancia en los resultados, en los títulos y las copas. De volver a ver a River en lo más alto de todo. Más que nunca somos y seremos de River. Pero que algo quede bien en claro. River siempre fue, es y será grande. El más grande. Y principalmente, por el hincha Millonario. Por su gente.